FRASES DE LIBROS ( I )

 

•   Los Juegos Del Hambre

•  El Distrito 12,donde puedes morirte de hambre sin poner en peligro tu seguridad - murmuro; después miro a mi alrededor porque, incluso aquí, en medio de ninguna parte, me preocupa que alguien me escuche.

• La angustia que noto en el pecho cada vez que mi hermana sufre amenaza con asomar a la superficie.

• Una sola papeleta, una entre miles. La suerte estaba de su parte del todo, pero no había servido de nada.

• Porque no puedo decirle a mi madre que luche si yo ya me he rendido.

• En el último segundo me acuerdo de la pequeña insignia de  Madgey le echo un vistazo por primera vez: es como si alguien hubiese creado un pajarito dorado y después lo hubiese rodeado con un anillo. El pájaro está unido al anillo por la punta de las alas. De repente lo reconozco, es un sinsajo.

• ¿Cómo es posible que Gale y yo estuviéramos recogiendo moras esta misma mañana? Es como si hubiese pasado a otra vida, como un largo sueño que se va deteriorando hasta convertirse en pesadilla. Si consigo dormirme, quizás me despierte en el Distrito 12, en el lugar al que pertenezco.

• No seas tan estúpida. Peeta planea matarte. Quiere que te confíes para convertirte en su presa. Cuanto más te guste, más mortífero será.

• Traición. Es lo primero que siento aunque suene ridículo, porque, para que haya traición, debe haber primero confianza, y entre Peeta y yo la confianza nunca formó parte del acuerdo.

• Me meto en una pesadilla de la que despierto solo para encontrarme con algo aún peor.

• Rue, la mayor de seis críos, tan protectora de sus hermanos que les da sus raciones a los más pequeños, tan valiente que rebusca en las praderas de un distrito cuyos agentes de la paz son mucho menos complacientes que en los nuestros. Rue, la niña que, cuando le preguntas por la cosa que mas ama en el mundo, contesta que la música, nada mas y nada menos.

• Resulta extraño estar tan cerca de la forma física de alguien que esta mentalmente tan lejos.

• Lo cojo de la mano con fuerza, temiendo el momento en que, no me quede más remedio que dejarlo marchar.